Sonrío con el viento y la brisa recae en tu mirada, tan dulce, tan humana.
Convivimos en la distancia y como extraños reconocimos nuestro ser impregnado de aquel amor a primera vista, enamorada de los sueños que me llevan hacía ti, a tu lado, contigo, conmigo, nosotros.
Recordamos los amores del pasado y las palabras se las llevó el viento, dejándonos vivir un presente con un pasado tan ausente, un futuro con un camino tan incierto e inseguro.
Nos volvimos a encontrar y mi corazón adolorido suspiraba por tu mirar.
Devolví amor y mi mundo enmudeció, en un devenir de amores y odios. Repetimos, transcurrimos, insistimos, reinventamos un sinfín de historias con desenlaces felices y radiantes.
Tan comediantes de una realidad insospechada, ilusionados del nuevo provenir, sin esperar, sin superar, sin perdonar, sin hablar.
Callamos con palabras, hablamos con miradas, suspiramos enamorarnos como antes para reencontrarnos en un mundo sin pecado, sin juzgado, sin sentencia. Amarte con la fuerza proyectada, en mis besos y caricias, en los abrazos de un adiós y un siempre jamás.
Sonrío con (te amos) el viento y la brisa recae, sin más.
Amelí .
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