martes, enero 31

Monterrico

 Hace un año viajaron sin mi por situaciones que no vale la pena recordar, pero después de unas semanas de organizarnos (supuestamente), ahorrar dinero y energías, buscar el traje de baño indicado y pedir permiso. Llegó el día de agarrar camino y quizás, a estas alturas del partido las fotografías hablen más que mis letras. 

No soy amiga del calor, prefiero lugares fríos como mi casa, donde siempre mantengo las manos frías, helados, cubitos de hielo. Mi madre siempre a dicho que soy como una lagartija, porque mi sangre nunca está caliente. 

Se vale echar a volar la imaginación, pero eso significaría que me estoy desviando a otros temas.

Salimos tarde, como era de esperarse. "Hora chapina" dijeran por ahí, siempre hacemos todo a última hora y cuando planeamos algo termina saliendo al revés, o al menos no como lo pensamos en un inicio. 


 Nos juntamos en la casa de unos amigos, para cambiar de carro, subir las maletas y continuar el recorrido. ¿Cuántas horas serían? No lo sabía, ni siquiera sabía porqué carretera estábamos pasando. 

La más desubicada me dicen.

Pasó una hora quizás e hicimos la primera parada en la gasolinera, para comprar las bebidas justas y necesarias. Lamentablemente todavía no compramos las cervezas, bebidas alcohólicas, etílicas, waro, chelas o como quieran llamarlo. 

Cruzamos en determinado kilómetro para llegar al AutoSafari, sigo sin ser amiga de esas situaciones. El observar a los animales encerrados, sin espacio para movilizarse, fuera de su hábitat, pero bue...qué se le puede hacer, todo el mundo estaba emocionado por llegar.




 Nos quedamos otro buen rato para almorzar y ser atacados por las hormigas. Mala idea ir semidesnuda y con los pies destapados, pero con ese calor es imposible no estarlo.

El dolor de cabeza, el olor del cigarrillo, las hormigas, el sol y el cansancio ya estaban causando efecto en mí. Pero le hice ganas, porque quiera que no: una vez al año, no hace daño.

Continuamos el paseo en el "ferry" por llamarlo de alguna manera sofisticada, cuando la verdad es sólo una gran lancha para trasladar los carros de un punto a otro.

Mi cámara estaba berrinchuda, sólo conmigo. Cuando se la entregaba a mi amiga no hacía más que funcionar correctamente, pero pasó. Fotografías hay hasta de sobra.

Al llegar, nos acomodamos en el micro hotel, pequeño pero agradable, limpio, cerca del mar. Escogimos las camas, cada quien con su respectiva "pareja".



 A las cinco y media de la tarde iban a liberar a las bebé tortugas al mar, así que caminamos al lugar para "patrocinar" a cada tortuga para luego dejarla ir. 

Al ser mi primera vez en el mar después de doce años (aunque usted no lo crea, no soy amiga del agua, sobre todo porque no sé nadar) empezamos por mojarnos lo pies pero al final de cuentas terminamos empapadas por las olas.



 Se podría decir que hice las paces con su inmensidad y hermosura. Medité frente a sus olas, bajo el sol y en la compañía de las personas que más han marcado mi vida. 

Con el pasar de las horas me empecé a sentir incómoda con tanta ropa encima, así que era justo y necesario mostrar el traje de baño que tanto nos había costado encontrar con mi amigo. Total, no me podía sentir tan desnuda con tanta gente alrededor de la misma manera. 

Liberamos a las tortugas, la "nuestra" fue nombrada K (por razones que quizás sólo una persona entienda) pero se fue, nos despedimos de todas y regresamos al hotel. 

Pasamos unas cuantas muchas horas en la piscina, obviamente aferrada de la orilla por miedo a ahogarme (jajaja), es extraño pero casi ninguno de mis amigos sabe nadar, así que nos observaban pegados a la orilla sin hacer mayor movimiento. 


 Cuando se hizo de noche decidimos empezar a beber, por fin después de muchos meses de desearla compré una "verde" mejor conocida por todos como Heineken, podrán decir que no tiene mucho sabor pero para mi es una de las mejores, sin hacer a un lado la Cabro, espero sepan de qué hablo.

Transcurrió el tiempo, nuestros dedos de manos y pies ya estaban arrugados, los cigarrillos se consumían rápidamente así como la cerveza. 

Las pláticas fluían, así como ciertos amigos/as decidían ir a dormir por la hora y el frío que empezaba. Pero nosotros decidimos quedarnos otro rato, meditando, formulando, solucionando. Queriendo salvar el mundo en una micro piscina, con alcohol en las venas y el vicio en el ambiente.

Platicando como buenos amigos.




 Ya era media noche, el nudo en mi espalda gracias al frío no daba para más. Así que dio el último trago de su cerveza ya caliente (como le gusta) y nos retiramos a dormir.

Al día siguiente fuimos a saludar al mar, nos dejamos llevar por sus olas, reímos, gritamos, corrimos (tipo Baywatch jajaja), disfrutamos del sol y la compañía. Desayunamos, fotografiamos el ambiente y las escenas más insólitas. 

Disfrutamos los últimos minutos en ese hermoso, grandioso lugar. Quizás no sea tan amiga del calor pero definitivamente disfruté cada segundo, a pesar de los pesares supongo que era algo que necesitaba. 

Despejar mi mente para iniciar ésta nueva semana con otra actitud, pero eso será tema de otro post. 

Por el momento, sólo me queda decir que arreglamos nuestras cosas, nos bañamos, cambiamos, almorzamos un ceviche como era de esperarse y agarramos camino.


 De nuevo, a la realidad que nos esperaba. Es como si estando en otro ambiente y con otras personas vivieras una realidad paralela, por decirlo de alguna manera. Pero simplemente la mente viaja junto a la naturaleza y eso nos hace sentirnos libres, mejores, grandes, poderosos.

Esperemos que éste viaje no se repita una vez al año, claro hay que pensar en la economía. Pero querer es poder, algo que me repitieron anoche muchas veces y estoy empezando a creerlo, mejor dicho: hace tiempo lo creo, pero es momento de ponerlo en práctica. 

Así que después de éste gran fin de semana de alegría, risas, nuevas experiencias, paces, corridas, fotografías, comidas, buena música, recuerdos, calor, playa y arena.

Porque en sí, la vida en el mar es mucho más sabrosa.
Mejor aún, sí es con personas que tanto te llenan. Me atrevo a decir y asegurar que es la combinación PERFECTA.



Hikaru.


P.D.: Extrañamente no fui la fotógrafa del viaje, por ende salgo en todas y me agrada. Nunca está de más quedar plasmada en las fotografías y no ser la que plasma las imágenes. 

martes, enero 24

Lucha libre

En tardes como hoy que me agarra la nostalgia, recuerdo las anécdotas de tiempo atrás y no hablaré de hace muchos años (porque de ser así cambio todos los datos, gracias a mi mala memoria) sino de hace un mes y medio, aproximadamente. 

Cuando empezamos a planificar el viaje a México todos aportábamos ideas: Museos, ex-casas y colegios (de mi parte), visitar amigos y familiares, pasear por diversas calles, conocer comerciales famosos o bien las colonias "popoff" del Distrito Federal, al final de cuentas muchos de los planes se transformaron en otros y con el pasar de los días fuimos agregando más. 

¿Qué pasó con la lucha libre? Todos sabrán (y sino lo sabían ahora lo van a saber) que soy una fiel seguidora de las peleas. La WWE mejor conocida años atrás como la WWF abarcaba grandes tardes de mi niñez junto a mi hermano y mi papá, miraban a una niña de 10 años gritarle al televisor porque su luchador predilecto estaba recibiendo una buena paliza. O escuchaban a mi padre gritarme desde su cuarto ¡Gabriela, ya salió John Cena! ¡Apurate, vení! y estuviera lo que estuviera haciendo salía corriendo con corazones en los ojos para verlo pelear y sobre todo: ganar. 

Mi punto a todo esto es que fui la mujer más feliz al encontrarme en la CMLL de México D.F. en otras palabras en la Arena México. Compramos las entradas intermedias porque no queríamos sufrir ningún percance con los luchadores, tuve la mala suerte cuando me privaron de mi cámara pero aún así fui feliz. Grité, insulté, aplaudí, enloquecí con los gritos de la gente. Apoyando a los rudos y técnicos, dependía de cada grupo. Las carcajadas no faltaron y el miedo a los tantos guardias que rodeaban la gradería tampoco, sentía que no me podía expresar libremente cuando pasaban a mi lado. 

Fue una buena noche, sin dejar a un lado las luchadoras a las cuales también apoyé con gritos y aplausos. Lamentablemente la predilecta para mi sufrió un percance en el último minuto, y no hablo de las caídas dramáticas y de teatro, me refiero a un golpe de verdad con necesidad de camilla y todo. 

Tuve la dicha de compartir mi noche junto a Dark Angel, Estrellita, La Comandante, Diamante, Misterioso, Rey Escorpión, Rey Bucanero, Maximo, Super Porky y Sangre Azteca, entre otros. Con sólo recordar sus nombres se esboza una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro. Me sentía (y siento al recordar) como niño con juguete nuevo cuando puse un pie dentro de ese lugar, con las luces, grandes pantallas y diversas canciones que colocaban cuando hacían sus entradas. 

La lucha libre en México definitivamente valió la pena, un mes atrás quizás quise ir a la lucha que hacen en la zona 1, no recuerdo bien el nombre pero lo primero que pensé fue: Necesitaría todo un equipo de fútbol para protegerme. 

Y así como ésta hay otras tantas anécdotas que con el tiempo iré recordando, con una sonrisa en el rostro, con nostalgia y en otras ocasiones con molestia. Pero así es la vida (así son la vida) como una montaña rusa de emociones que nos enseña a pesar de los pesares. 

Hikaru.
Fotografía: venta de máscaras en Chapultepec - Niños Héroes. 

miércoles, enero 18

Temerosos a MI cambio

Con el pasar del tiempo he tomado grandes decisiones que requieren mayores cambios ¿con miedo? por supuesto, somos personas de costumbres y por muy mínimas que sean hacía un cambio siempre existe el temor. De perder, ganar, temer o ser feliz. 

Pero nunca pensé que fuera tan terrorífico para las demás personas, hacer un cambio personal para ser mejor.

Y quién sabe, quizás la costumbre de observarme tal cual alfombra con todos a mi alrededor que al verme con la frente en alto y con la seguridad que voy por un camino mejor ¡los espanta!. 

- Con tu sinceridad sos cada vez más culera
- Esa no es la persona que yo conozco
- Te pelas, vos no eras así
 - Es que sos bien gruesa ¿va? (evitando mi mirada, con miedo)

¿Y por qué no serlo? ¿Por qué seguir guardando mis pensamientos y emociones por temor a lastimar a la otra persona? Y me parece tan cómico que las personas que me dicen que he cambiado no se dan cuenta de su cambio radical y brusco que tuvieron hace meses, por el cual no me quejé, ni les alegué, ni les tire mierda en cara por "el cambio".

Las personas cambian y es algo que no podemos evitar, ya sí es para bien o para mal ya es rollo de cada quien. Y en este caso, es MI rollo, es MI cambio, es MI decisión. 
Entonces recaigo en la pregunta del millón ¿quién de todos esos que dicen conocerme lo hacen de verdad? porque de ser así no se espantarían por mis cambios radicales y apoyarían la idea que éste año es MI año y de nadie más. Que por una puta vez en la vida quiero hacer algo por mí, un proyecto, una ilusión, una sonrisa, una vida por MI

No pienso llevarme a nadie por delante, nunca he sido de las personas que con tal de lograr sus objetivos pizotean a todos a su paso. Pero NO estoy dispuesta a quedarme callada cuando algo me moleste, por más mínimo que sea. 

- Tenés que acostumbrarte a vivir en una mentira, porque es mejor que vivir en la verdad

¿En qué cabeza cabe decirme semejante estupidez? Sí con los años he aprendido a no creerle a la gente, al menos por completo; prefiero quedarme con esa enseñanza a cerrar los ojos, caminando a ciegas. Creyendo en cada palabra que me dicen y prometen. Así no son las cosas, prefiero las verdades que duelen a incrementar la ingenuidad del caso, escuchando mentiras que sólo esa persona se cree.

Sí yo quiero que me crean cuando digo las cosas, al ser sincera y aclarar las situaciones, entonces me gustaría de una vez por todas que las demás personas hicieran el intento (ni que estuviera pidiendo mucho) de no quedarse callados y dejen de decorar mentiras para que me quede tranquila. 

Basta de hipocresía, basta de mentiras, basta de boludeces que no llevan a ningún lado. 
Sí tanto le temes a mi cambio, sí tanto temes que sea sincera y que luche por MI vida, entonces lamento decirte que VOS no me conoces y nunca lo vas a hacer.

Lamentablemente, por muy "tira mierda" que sea mi post, no lo es. Porque aparte de escribirlo por estos medios, lo pienso encarar. Por el momento sólo fue un desahogo, un "quitemos las máscaritas" que  rodean ésta sociedad que nos enseña a que las mentiras son mejores que las verdades.

En fin, sea una mentira, sea una cruda verdad: duele, el punto es que la mentira sólo te lleva a perder la confianza, la cruda verdad te guía a reforzar los lazos con la otra persona.

Así que eme aquí a "calzón quitado" demostrando que MI cambio no es tan malo como muchos creen, aunque quizás en éste momento no sepa demostrarlo porque escribo molesta y triste, decepcionada más que todo. Pero ya pasará, tiene que. Porque sino de qué sirve tanto "bla, bla, bla" del cambio por el cual estoy luchando.

Hikaru.

sábado, enero 14

¿A dónde fuimos a parar?

¿Qué sucedió con las historias de la vida cotidiana? incoherencias y comentarios fuera de lugar que siempre rodean mi día con día. Últimamente me he preguntado ¿a dónde fuimos a parar? digo, mis sentimientos y pensamientos, ideas y sueños. 

- En todo éste tiempo que llevamos hablando, jamás he visto una sonrisa, una ilusión o un proyecto por ti misma

Y es cuando recuerdo que "la verdad duele", como sí te cayera un balde de agua helada, un cuentazo en la cara, una patada en la espinilla cuando menos te lo esperas, en fin esas palabras dolieron. Pero son la verdad. 

El año pasado transcurrió en el aire, parecía que sólo hacía las cosas de manera automática (o quizás por él o ella, quién sabe) pero sí me preguntaran qué hice por mi esos 365 días del dos mil once, lamentablemente no podría responder, al menos una razón que valga la pena contar. 

¿A dónde fui a parar? Por llevármelas de vivir fresca, sin preocupación alguna terminé en una monotonía que todavía me duele recordar. 

- ¿Saben qué quisiera? - pensando - Verte sonreír, una sonrisa de verdad. Creo que nunca te he visto hacerlo.

Sorprende el hecho que no sea la misma persona y que una de ellas no sepa la verdadera razón de mi tristeza, de querer aislarme y dejar todo a un lado. Como diciendo: quiero mandar todo y todos a la mierda, ja! quién dijo que así iba a solucionar mis problemas, sola con mi soledad. Pero tarde o temprano con los golpes, caídas, malestares y crudas realidades se aprende. 

No prometeré y haré caso omiso a cualquier promesa, porque éste año lo que me importa más que las palabras son las acciones. He dicho. 

Hikaru.

miércoles, enero 11

Concha Buika


Cierro los ojos respirando profundamente y permito que su voz erice mi piel, recorra mis sentidos, sonrío emocionada, inspirada, sonrojada.
La suavidad de sus letras, así como la brusquedad de las verdades transmitidas en versos, intrigantes, desgarrando la piel con grito ahogado.

¡Que mujer! ¡Tanta voz! ¡Que presencia! ¡Tanta vida! ¡Que sentimiento!
Serené mis sentimientos junto a ella y entre la histeria de felicidad, emocionada por las verdades dichas recaigo en las soluciones que días atrás negué aceptar.

Grande Concha Buika
No hay mejor manera de empezar éste nuevo año con tus cantos
tu sentir
tu pensar
tu voz
tu presencia
tu sentimiento
tu emoción


Derramé lágrimas, grité, canté, sonreí ante la luz de su palpitar, creyendo que sus versos me llevan a una nueva vida de experiencias incontrolables, devastadoramente felices y complicadas.
Controlé sus descaros, mitigue los gritos de odio y transforme el sufrimiento en nuevas oportunidades de amar y ser amada, sin miedo al tiempo, a él o ella.

Grito tu nombre como agua entre los dedos, porque recorre con tanta facilidad mi corazón así como se va, pero permanece la frescura de su sentir.
Grande Buika, Concha Buika.


Los invito a degustar sus sentidos-emociones-pensamientos junto a ella y todo.

Hikaru.

lunes, enero 9

Nostalgias

¿Algún día entenderás mi lugar? Porque con el tiempo me he dado cuenta que pase lo que suceda las cosas no cambian y lo único que sigue achiquitándose y quebrándose, es mi corazón. 

Y al final de cuentas los "te amo" "te necesito" "te extraño" "te deseo" quedan postergados como palabras sin sentido de existir, prohibidas en un corazón atormentado. 

Como si el fuego se apagase lentamente, la brisa de lágrimas desconsoladas por un perdón que jamás llego, ni llegará. ¿Para qué y por quién? Sí de igual manera las palabras quedan estancadas y las acciones se van con el tiempo, con el aire, como sí fueran plumas decoloradas, desamoradas, desesperadas por desaparecer. 

A veces ya ni me siento, ni me encuentro, como sí el pasar de los días me enseña a estar mejor sola y no a medias. Porque por más que lo intente eso no (nos) lleva a nada y las vicisitudes martirizan la sonrisa que intenta sobresalir a pesar de todo el dolor.

Nadie me obligó, solita con mi soledad me enrede en emociones anuladas por una sociedad manipuladora y determinada por pilares estrictos, descorazonados, desalmados, sin gracia, soberbios, tan aburridos que no encuentro la manera de sobrevivir así.

No mando a mi corazón, no lo manipulo, ni lo fuerzo a sentir incoherencias. Pero tarde o temprano me doy cuenta que el amor no es suficiente y que el vacío se sigue acumulando como mañanas sin sol, como noches sin estrellas. Cansada, harta de bajar la mirada ante tus palabras que no consuelan ni mi aliento, mi respirar, mi palpitar.

Porque como dictan los fragmentos de ésta canción: 

"Quiero emborrachar mi corazón
para borrar un loco amor
que más que amor es un sufrir...

Yo siento nostalgia de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como fuego tú respiración.

Yo siento angustia 
de sentirme abandonada
y pensar que otra a tú lado
pronto...pronto te hablará de amor.

¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme, 
ni pedirle, ni rogarle,
ni decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud."

Grande Buika, tan profunda y desalmada me identifico con su cantar.  

Amelí

Fragmentos: Canción 'Nostalgias - Concha Buika'

domingo, enero 1

Nos vamos, dos mil doce

Y eme aquí intentando cranear una entrada fabulosa, que quede para el recuerdo, que permanezca como sí fuera única (y siempre) pero me atasco en la perfección y mejor decido sólo escribir, por escribir. Total, las palabras con el tiempo, se las lleva el viento.

Se viene un nuevo año, oportunidades diferentes, experiencias inevitablemente buenas o malas, quizás neutras como diría cierto bloggero. Años atrás trazaba planes, realizaba un listado de mis metas, tiraba cosas y reorganizaba espacios-emociones-pensamientos. 

Éste año decido que todo será diferente y que aprenderé a enfocarme en mí. Años atrás, la verdad ya ni lo recuerdo, determiné que las otras personas eran más importantes y por ende vivía por ellas, sin importar que yo quedara a un lado; pero más vale tarde que nunca darse cuenta que lo importante soy yo, aunque para muchas personas eso suele ser egoísta y sí! me cansé de darlo todo por los demás y hacerme a un lado, no tiene nada de malo darme la importancia que merezco.

Y dejando a un lado lo emocional, apartando los dramas diarios y constantes (que espero erradicar con el tiempo) pienso encaminarme en nuevos rumbos, crear, experimentar, inventar, concebir, establecer y fundamentar cosas tantas. Proyectos que han quedado fuera de lugar, historias encasilladas en conflictos pasionales, creaciones frenadas por impulsos de ansiedad. 

Joder, vamos a dejar toda la mala racha atrás. Toda los malos momentos habrá que abonarlos, aprender de ellos y continuar. He de confesar que estoy cansada de estancarme en experiencias que no me llevan a nada, así que cueste lo que cueste yo he de volver a lo que era, soy y seré.

Nos vamos (con todo), dos mil doce.
Ésta mujer viene con todas las ganas de hacer un cambio, en todos los sentidos.

Hikaru.