sábado, enero 14

¿A dónde fuimos a parar?

¿Qué sucedió con las historias de la vida cotidiana? incoherencias y comentarios fuera de lugar que siempre rodean mi día con día. Últimamente me he preguntado ¿a dónde fuimos a parar? digo, mis sentimientos y pensamientos, ideas y sueños. 

- En todo éste tiempo que llevamos hablando, jamás he visto una sonrisa, una ilusión o un proyecto por ti misma

Y es cuando recuerdo que "la verdad duele", como sí te cayera un balde de agua helada, un cuentazo en la cara, una patada en la espinilla cuando menos te lo esperas, en fin esas palabras dolieron. Pero son la verdad. 

El año pasado transcurrió en el aire, parecía que sólo hacía las cosas de manera automática (o quizás por él o ella, quién sabe) pero sí me preguntaran qué hice por mi esos 365 días del dos mil once, lamentablemente no podría responder, al menos una razón que valga la pena contar. 

¿A dónde fui a parar? Por llevármelas de vivir fresca, sin preocupación alguna terminé en una monotonía que todavía me duele recordar. 

- ¿Saben qué quisiera? - pensando - Verte sonreír, una sonrisa de verdad. Creo que nunca te he visto hacerlo.

Sorprende el hecho que no sea la misma persona y que una de ellas no sepa la verdadera razón de mi tristeza, de querer aislarme y dejar todo a un lado. Como diciendo: quiero mandar todo y todos a la mierda, ja! quién dijo que así iba a solucionar mis problemas, sola con mi soledad. Pero tarde o temprano con los golpes, caídas, malestares y crudas realidades se aprende. 

No prometeré y haré caso omiso a cualquier promesa, porque éste año lo que me importa más que las palabras son las acciones. He dicho. 

Hikaru.

No hay comentarios: